Escuché el discurso del rey de España Felipe VI con motivo de las Navidades y del nuevo año 2016. Ya lo esperaba. Lo de siempre. Para el monarca España sigue siendo una gran nación, con una Constitución fosilizada, pero que según él avala su andadura.
Voy a lo mío. Me pregunto. ¿Es usted consciente de lo que piensa el pueblo? ¿En qué estado se halla su pueblo? Su pueblo ya no cree casi en nada, ya que ha sido menospreciado y saboteado continuamente. Para Europa, España es un país de corruptos, con una justicia amordazada por el partido que gobierna, y que ha ido cambiando leyes sin más, gracias a su mayoría absoluta.
El pueblo español es un pueblo sufridor, al que han engañado de manera miserable. Los recortes que ha tenido que soportar son inadmisibles y humillantes, en especial de cara a los más débiles. Mientras, políticos corruptos y ciudadanos sin escrúpulos pactaban comisiones millonarias o compensaciones fraudulentas. Los ciudadanos han contemplado el asalto a las arcas con todo estupor, ante la pasividad del gobierno central y, naturalmente, de la justicia.
Que a usted le preocupe más el aspecto territorial de España, concretamente las ansias independistas de Catalunya, que la vergonzosa corrupción en la que se halla su pueblo demuestra que es un rey alejado de la realidad. Es mucho, muchísimo más grave la delincuencia que las ansias de un pueblo en ser independiente. Usted no ha valorado para nada que las manifestaciones llevadas a cabo en Catalunya, hayan sido todo un ejemplo de civismo. Manifestaciones multitudinarias que el Gobierno Central calificó de “politizadas”. Todas fueron pacíficas, sin el más pequeño incidente. Pero la voz de Catalunya para usted no significa nada. El pueblo vasco ha tenido el lastre de ETA, que ha matado a mucha gente inocente. En Catalunya nunca ha tenido un grupo terrorista de esas características, tan sangrientas.
Sus palabras sobre la España que usted describió no fueron sinceras. Más bien las encontré amenazadoras.¡Cuidado con la Constitución!
muy bueno Jordi!