¿Poder demoníaco?

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España, creadora de desemparados  [Foto d’El País]

Otro año. 2017. Algo debo decir en este principio de año. Pero, ¿qué? Que espero que todo vaya mejor? No soy un iluso. Este 2017 será igual, peor o quizás menos malo. No me refiero a España, con nuestro querido y repugnante Partido Popular. Me refiero al mundo, en general. Hace ya años que llegué a la conclusión de que nuestro hábitat está poseído por el demonio. ¿Es él quien rige todo el planeta? La palabra demonio, como sinónimo de diablo, en griego significa “calumniar”, “falsear” y “mentir”. Perfecto. Justo algunas de las principales características que reinan en el mundo. Los demonios son esencias que están por encima de las fuerzas terrestres.

Demonios no son sólo Lucifer o Satán. Hay demonios en todos los credos y religiones con un objetivo principal: extender la maldad. Asmong, Bucón, Lagasse o Racna llevan un odio terrible al que debe sumarse la vanidad, la lujuria, la avaricia y la falsedad.

Nuestro mundo parece gobernado por el espíritu del mal. Existen demonios con aspecto humano. Son los que destruyen, matan, esclavizan y aniquilan todo lo que se opone a sus intereses. ¡Pobre humanidad! La doble moral se ha instalado en la mayor parte del mundo como algo legítimo. La corrupción, tolerada y encubierta, se ha convertido en un mal menor. La compasión y la piedad han dejado de existir y los gobernandes ya no piensan en el pueblo. Lo siento. Es lo que pienso.

¡Os deseo lo mejor!

Jordi Cervelló