La vida de Stefi Geyer fue apasionada y tormentosa. Una mujer que conmovía con sus interpretaciones. Los compositores Béla Bartók y Othmar Schoeck se sintieron atraídos por ella, llegando incluso a enamorarse apasionadamente. La historia de esta violinista es novelesca. Estudió en la Academia Franz Liszt de Budapest y fue discípula de Jeno Hubay, gran maestro y compositor.
Béla Bartók (1881-1945) escribió el Concierto para violín y orquesta nº1 para Stefi Geyer. El primer movimiento, por ejemplo, es una página muy sentida a la vez que triste, pero también dulce. El compositor húngaro lo compuso en un momento de inspiración y se puede considerar un retrato de Stefi, como persona y mujer. Aunquen tenían conceptos dispares sobre el significado de la vida, Bartók y Geyer tuvieron una estrecha relación. Stefi fue generosa con Bartók cuando éste decidió emigrar a los Estados Unidos en 1940. Siguió tocando su música en conciertos, y también ante sus estudiantes del Conservatorio de Zurich. Consideraba a Bartók un compositor extraordinario.
También Othmar Schoeck (1886-1957) sintió un gran amor hacia Stefi Geyer, escribiendo para ella un magnifico Concierto para violín y una Sonata para violín y piano. La primera vez que Schoeck escuchó a la violinista, ésta tenía tan solo 17 años. Le causó una impresión de por vida. Después de un concierto en Leipzig dijo: “(…) me emocionó en lo más profundo de mi ser”. El concierto de violín de Schoeck es de estética romántica y muy sentido. Los dos primeros movimientos, como en Bartók, son el testimonio sonoro de un amor que no fue correspondido. El concierto tiene un momento álgido en el segundo movimiento, Grave ma non troppo lento. Allí refleja su desesperación, su sentimiento sobre su frustrado amor. Si Steffi en vida no le correspondió, si lo hizo con esta interpretación tan sentida. La música es realmente preciosa.
Stefi Geyer se casó con el abogado vienés Erwin Jung, que murió en una epidemia de gripe en 1920. Más adelante, Stefi se trasladaría a Zurich, donde fue professora del Conservatorio, entre los años 1934 y 1953. La violinista alemana Anne Sophie Mutter procede de su escuela, a través de la violinista Aida Stucky -de quien hablaré más adelante, también por ser una pedagoga extraordinaria en Suiza donde realizó una gran labor-.
De las grabaciones de Stefi Geyer, hay una que me ha emocionado mucho. La encontré por casualidad en YouTube. El disco está descatalogado. Se trata de la interpretación del concierto de Schoeck, que comentábamos más arriba. Es una grabación de 1947, realizada en Zurich, con la Orquesta Tonnhalle, y dirigida por Volkmar Andreae. Stefi Geyer tenía 59 años. Una obra maravillos que nace del amor de un compositor por una intérprete irrepetible. Por favor, ¡escúchenla!