Continuando con esta serie dedicada a grandes pianistas del pasado, siguen ahora los que nacieron a partir de 1870. El lituano Leopold Godowsky será esta vez nuestro protagonista. Con Godowsky se seguía una linea novedosa, con intérpretes cuyo afán era descubrir nuevos caminos, a través de una técnica que le permitía efectos hasta ese momento inexplorados.
Godowsky fue un caso especial. Quizás el único gran pianista que no pertenecía a ninguna escuela en concreto. Nació cerca de Vilna el 13 de febrero de 1870 y murió en Nueva York el 21 de noviembre de 1939. De padres judíos, tuvo la fatalidad de perder a su padre pocos meses después de nacer. Pero tuvo la suerte de que un tío suyo violinista se ocupó de sus estudios. Con tan solo 9 años, fue admitido en la Hochschule de Berlín. Allí estuvo hasta 1884, año en que se embarcó hacia los Estados Unidos, de donde regresaría a Europa en 1886, con la intención de estudiar con Liszt en Weimar. Después de su muerte se traslada a París, donde entabla una buena amistad con el compositor Camille Saint-Saëns. Godowski decide enseñar y de nuevo, en 1891, viaja a los Estados Unidos, donde sería profesor del Royal College en Nueva York y, de 1891 a 1893, enseñaría en el Conservatorio de Filadelfia. Entre 1893 y 1900, estuvo en el Conservatorio de Chicago. Fue en la década de 1890 cuando realizó numerosos arreglos de música de otros compositores. 54 transcripciones y una reelaboración de los Estudios de Chopin, que le dio también una buena reputación como compositor.
Luego regresaría a Berlín, donde estuvo varios años y, apartir de 1909, fue profesor en la Akademie der Tonkunst en Viena, cargo ocupado anteriormente por Busoni. A partir de los primeros años de la década de 1930, su vida fue enormemente dramàtica. Su hijo menor se suïcida en 1932 y en el año 1933 fallece su esposa Frieda Saxe, un amor de juventud. Cuando Gotowsky murió en 1939 fue enterrado en el Temple Israel Cemetery, junto a sus queridos esposa e hijo.
Sobre el enseñanza, Godowsky tenía una teoría sobre la enseñanza que consideraba fundamental. Estaba obstinado en que el peso, la relajación y la economía de movimientos era como la piedra angular de la técnica de la interpretación y también del mecanismo. Liberar el peso, en vez del impulso muscular, que consideraba un esfuerzo inútil. Al igual que sus antecesores Siloti y D’Albert, también Godowsky procuraba la pureza sonora, un cantabile de hermosa textura o la fusión de sonidos prolongados en los legatos. Eliminar los rubato, tan de moda anteriormente, y lograr potencia sonora, sin necesidad de aporrear el instrumento. Y también otra cuestión importante como retardar la música cuando se debía anunciar un tema concreto o al revés, acelerar el “tempo” con el fin de provocar emoción en un momento de tensión.
Cuando murió, el New York Times hizo un artículo muy sentido en el que decía: “Leopold Godowsky fue una figura única entre todos sus contemporáneos: un fenomenal pianista y músico excepcional (…). Buscó nuevos mundos donde desplegó su arte y desarrollar sus modismos de técnica pianística que tuvieron un fuerte impacto en el desarrollo de la técnica actual (…). Para otros grandes pianistas, como Hofmann y Rachmaninov, era muy estimado y respetado”.

Godowsky con Charles Chaplin
De Godowsky existe el “International Master Institut of Music Leopold Godowsky”.
Bibliografia:
Jeremy Nicholas: Godowsky: pianista de los pianistas
APR. Wark 1989.
Leonard Saxe: La música publicada de Leopold Godowsky
Music Library Association Notes (1957)