Otra vez, María Dueñas

Maria Dueñas

En esta ocasión con el primer movimiento, con la cadenza, del Concierto para violín y orquesta núm. 1 de Paganini. Y, de nuevo, con una impresión enorme. Su sonido es bellísimo, empastado, puro, con un tono ya concreto. Da gusto oir como canta esta obra de carácter operístico. Y causa una gran impresión ver como resuelve tanto pasaje intrincado, que debe ejecutarse con autoridad. El arco, fenomenal. El détaché, bellísimo. Y el sonido en general es oro de la mejor ley. Toca con un Niccola Gagliano, que precisamente fue el primer violín de concierto de Anne-Sophie Mutter.

La grabación -con un pianista que las sabe todas- es suficientemente buena para valorar esta jovencita maravillosa. ¿Exagero? No creo. No tengo porqué hacerlo. Ahora dependerá de su enfoque, tanto a nivel familiar como de sus consejeros. Cuidado con los concursos. Ganarlos es importantes, pero deben dosificarse y mucho. Son un grave peligro. Espero lo mejor para ti, María.

Jordi Cervelló

María Dueñas, un milagro

Maria Dueñas

El meu amic Daniel Blanch m’ha enviat aquesta gravació d’una joveníssima violinista granadina que es diu María Dueñas. La seva interpretació m’ha dut al cel, al paradís. No exagero. ha estat un veritable regal escoltar-la. No és gens freqüent escoltar un violí tocat tan meravellosament bé. El violí és l’instrument més celestial de tots. I María apareix com un àngel. És andalusa i estic segur que porta dins allò ‘misteriós’ que té el flamenc. Jo ho entenc així. Encara he d’escoltar el Concert de Paganini, que diuen que toca de manera extraordinària. De moment, amb Mozart ja he percebut el meravellós del seu violí. Felicitats, María!

De tot cor, Jordi Cervelló

Mi amigo Daniel Blanch me ha mandado esta grabación de la jovencísima violinista granadina María Dueñas. Su interpretación me ha llevado al cielo. Al paraíso. No exagero. Ha sido un verdadero regalo escucharla. No es nada frecuente oír un violín tocada tan maravillosamente. El violín es el instrumento más celestial de todos. Y María aparece como un verdadero ángel. Es andaluza y estoy seguro que lo “misterioso” del flamenco está en ella. Lo entiendo de esta manera. Debo escuchar todavía el Concierto de Paganini, que dicen que toca de manera extraordinaria. De momento, con Mozart ya he percibido lo milagroso del violín. ¡Felicidades, María!

De todo corazón,

Jordi Cervelló