Francesco Geminiani (1680-1762)
Este músico fue violinista en su ciudad natal, Lucca, y luego en Nápoles. En 1714 se trasladaría en Londres, donde fue muy apreciado como intérprete y profesor de violín. Actuó siempre con éxito en Inglaterra, Irlanda y Paris, destacando como virtuoso. En Londres obtuvo un gran triunfo en un concierto acompañado por Haendel. De 1733 a 1740, se establecerá en Dublín, en una magnifica casa, que disponía de una sala de conciertos. Allí recibía a sus alumnos y se hacían conciertos privados. En 1749 se
instalará en París, donde escribirá su pieza fantàstica La Forét enchantée (31 marzo 1754). Poco tiempo después, en 1755, volverá a trasladarse de nuevo a Londres y Dublín. Sus publicaciones sobre técnica violinistica son una parte muy importante de su producción. Destaca especialmente su libro sobre técnica moderna The art of playing on the violon, que fue una obra preferente de la escuela britànica de violín. Geminiani es autor de 42 sonatas para violín, 18 conciertos para violín solista, dos concerti grossi, además de otras piezas.
Pietro Locatelli (1693-1764)
Nacido en Bergamo, fue un violinista de excepcional personalidad. Se trasladó a Roma para sus estudios musicales. También se interesó por las ciencias. En 1715, ya viajaba por toda Europa cosechando muchos éxitos como violinista. En el año 1729 se encuentra en Amsterdam, donde está fechado el prefacio de su reedición de los Concerti Grossi opus 1. En esta ciudad funda una escuela de música en la que dirige conciertos, además de establecer contacto con sus editores Roger y Le Céne. Poco a poco irá abandonando su actividad de solista. Locatelli está considerado como el antecesor directo de Paganini. Como compositor arranca de las enseñanzas de Corelli, con la publicación de su opus 1, que es un homenaje a los Concerti Grossi del gran maestro. En 1732 escribe 12 conciertos para violin solista, publicados al año siguiente bajo el título de L’Arte del violino opus 3, en los que aplica los más recientes recursos de técnica violinistica. Pero más valor tendrían aún sus 12 Sonatas para violin y bajo continuo, escritas en 1737, y más todavía sus Caprici para violín solo, obra muy audaz que anuncia la llegada de Paganini. Entre Geminiani y Locatelli se llega a la más alta perfección violinística, que llegarà a la cima con la llegada de Tartini y Viotti, y especialmente con la del diabólico Niccolò Paganini.
Nicola Porpora (1686-1768)
Nacido y muerto en Nápoles, a los diez años fue admitido en el Conservatorio de los Pobres de esta ciudad. Adquirió una gran reputación como profesor de canto, teniendo como alumnos a dos figuras excepcionales: los castrados Farinelli y Caffarelli. Posteriormente se estableció en Venecia, donde fue profesor del Ospedale degli Incurabili, conservatorio para chicas jóvenes (1726-1733). Después marchó a Londres, como director del Teatro Naymarker, donde se interpretaron varias óperas suyas, con el gran Farinelli de figura. De vuelta a Nápoles, enseña en el Conservatorio de Santa Maria de Loreto (1739-1741). En 1752 viaja a Viena, donde establece relación con el joven Haydn, ejerciendo una eficaz influencia sobre la educación musical. De nuevo en Nápoles, se ocupará de las funciones de primo Maestro straordinario en Santa Maria de Loreto, además de maestro de capilla de la Catedral. Porpora fue autor de unas 50 óperas, en las que los roles masculinos están dedicados normalmente a castrados, sopranos o altos. Además, compuso seis sinfonía de camara, un concierto para violonchelo y 12 sonatas para violin. Murió en la indigencia.

Nicola Porpora